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resultan efectivos en la prevención de las recaídas, puesto que además estar al pendiente unos de otros, el hecho de escuchar y preocuparse por los demás también incide favorablemente en el mantenimiento de la sobriedad. Contrario al soporte encontrado en Alcohólicos Anónimos, la familia no fue el espacio primordial de apoyo para la búsqueda de atención ni para el mantenimiento de pautas no adictivas. Sin embargo, las mujeres dan cuenta de que algunos miembros, específicamente las mujeres de su familia como hermanas y madres, fueron de gran apoyo sobre todo en el cuidado de los hijos. En el caso de Flaca y Miss G, sus hermanas fueron el mayor apoyo que pudieron encontrar para salir a buscar ayuda a su enfermedad. Para Flaca su hermana (Claudia) fue el puente a través del cual pudo llegar desde el consumo excesivo escondido en su hogar a la pertenencia a AA. Al compartir ambas el problema de la dependencia compartieron también el apoyo para abandonarla. En el caso de Miss G, su hermana no pertenece a ningún grupo ni tiene problemas con el alcohol. En un principio, su hermana cuidaba de su hijo sin embargo, paulatinamente le fue retirando el apoyo y Miss G identifica que hasta el momento en que comenzó a batallar para poder beber es cuando se dio cuenta de que necesitaba ayuda. La informante advierte que no resolverle los problemas a un alcohólico es lo que éste necesita para ayudarse a sí mismo. En el caso de Leti y Reina, sus madres se convirtieron en el mayor apoyo fuera de AA. Por otra parte, Norma recibió el mayor apoyo por parte de sus hijas, quiénes la internaron en la clínica Pacífica. 129