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Llama nuestra atención el hecho de que existe una relación muy estrecha entre el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias, ésta combinación ha sido documentada en artículos sobre adicciones en América Latina, tal es el caso de Peruga, Rincón y Selin (2002) en la cual los autores afirmaron a inicios del nuevo milenio, que la combinación en el consumo de drogas legales e ilegales se relacionaba a una cuarta parte de las defunciones anuales en el continente americano. Por otro lado, Sisvea destaca que precisamente quienes consumen alcohol como iniciación al mundo de las drogas, tienen muchas posibilidades de combinar con la bebida el uso de otras sustancias principalmente las ya mencionadas. A dicho orden cronológico se le denomina “historia natural de consumo” (2011, 35) y tal relación permite elucidar que recientemente el consumo de alcohol, mariguana y tabaco se da de manera simultánea y que además se comporta como de transición para el consumo posterior de drogas 25 sintéticas ; probablemente esto se deba a que el acceso hacia éstas últimas sea más peligroso o complicado para personas que apenas pisan el umbral de las adicciones. La historia natural de consumo se refiere al orden cronológico de las tres primeras drogas que una persona manifiesta consumir. Es decir que en un momento dado termina consumiendo otras sustancias después de la primera que utilizó, al grado de poder 26 convertirse en un policonsumidor o poliusuario . Los siguientes cuadros ilustran lo mencionado y la relación que existe entre el consumo de alcohol, mariguana y tabaco. 25 Drogas como la cocaína, cristal, heroína e inhalables suman el 17% en el registro de consumo de drogas de inicio; sin embargo, cuando de impacto se trata, la suma de estas mismas sustancias se convierte en más de la mitad de los registros. 26 Aquellas personas que consumen distintos tipos de drogas 45