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1. Que fueran mujeres que hubieran atravesado por un proceso de dependencia al consumo de alcohol 2. Que fueran madres 3. Que no hubieran consumido sustancias (a excepción del tabaco) en por lo menos un año. 4. Que fueran mayores de edad. La bola de nieve rodó La primera mujer que se contactó abrió las puertas al primer grupo de AA al que pude 59 asistir como observadora en la búsqueda de informantes . En el grupo 1, ubicado por rumbos del centro de la ciudad, me entrevisté con Flaca. El acercamiento con Flaca fue propiciado por Claudia, quien es su hermana y también informante de esta investigación. Claudia fue clave puesto que ella es fundadora del grupo 1 y está muy empapada de la filosofía de AA. Durante mi observación en la tercera y cuarta sesión en el grupo 1 contacté a otras dos mujeres: Gaviota y Miss G, a quienes entrevisté en distintas cafeterías de la ciudad. Después de este periodo de asistencia al mismo grupo, se comenzó la búsqueda de otros que estuvieran ubicados en diferentes sectores de la ciudad. De esta manera llegué a un No se puede confirmar que esto sea una regla, pero si es posible describir lo que se observó. Incluso algunas de las informantes aceptan haber obtenido información sobre los grupos de AA durante su juventud -por recomendaciones de la gente que las rodeaba y que identificaba en ellas problemas con su forma de beber- y no haber hecho caso alguno de estos consejos. Tal parece que la percepción entre las informantes es que para que un alcohólico o alcohólica se dé cuenta y acepte que lo es, debe pasar el tiempo. Este tema se desarrollará con mayor detalle en el apartado conclusivo de esta tesis. 59 Los grupos de AA a los que se asistió serán nombrados con número, según orden de asistencia. Las informantes han preferido que, al igual que sus nombres, los nombres de los grupos y su ubicación se mantengan en anonimato. 80