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B. Funciones medicinales. Actualmente la relación entre la salud y la ingesta de alcohol (si acaso existe) se limita a las enfermedades isquémicas del corazón. Anteriormente las bebidas fermentadas ostentaban un valor nutricio y las bebidas destiladas un valor curativo. En el área mediterránea, la aparición del alcohol destilado en el siglo 12, fue primeramente como un medicamento. La función exclusiva del alcohol como medicamento se sostenía hacia el siglo 15 para ir desapareciendo paulatinamente hacia el siglo 20. C. Funciones alimenticia y digestiva: sobre todo a las bebidas fermentadas (pulque, vino, cerveza). Por ejemplo, en el caso del pulque se identifica un valor digestivo y otro nutricio. D. Función energética (laboral). En épocas coloniales sobre todo, para reponerse durante el trabajo, al reponer litros de agua transpirados por el calor, asimismo como compensación nutrimental por parte de las clases pobres, puesto que no comían suficiente carne como para reponer fuerza. E. Funciones psicológicas y psicosociales: actualmente estas tienen mayor peso. Hay algunas veces y ante determinadas situaciones que la gente bebe para aliviar sus tensiones, para reducir la ansiedad, relajarse, lograr placer, euforizarse, Es decir, se bebe para solucionar un estado y/o para transformar momentáneamente una conducta que inhibe actitudes o relaciones. F. Funciones de integración social cultural: S. Bacon citado en Menéndez y Di Pardo, sostuvo que el consumo de alcohol cumple dos funciones básicas; la de dar escape a la ansiedad y la de favorecer la integración sociocultural sobre todo en sociedades complejas, anómicas y en proceso de cambios tecnológicos, demográficos o ideológicos. Para este y otros autores esta funcionalidad del consumo de alcohol es positiva ya que es un factor que contribuye al mantenimiento del grupo social y/o de la sociedad. Implícita o explícitamente el consumo de alcohol es un importante medio de cohesión grupal o interpersonal. Lemert, citado en Menéndez, plantea que la desintegración o integración se da no por el alcohol, sino por el sistema ideológico que utiliza el alcohol como elemento para cumplir funciones de conservación, cambio, integración, etcétera. G. Funciones de control socio ideológico: para algunos autores el proceso de alcoholización sella para todas las clases las relaciones desde el nacimiento hasta la muerte. Esta función se acentuaría en las sociedades de clase para asegurar, no solo la integración, sino el enmascaramiento de las contradicciones. Dichos autores consideran que el consumo de alcohol más bien se configura como un elemento desorganizativo del sistema a nivel personal y social. Villamil y Sotomayor (1980) agregan que “el uso político significa control de la violencia estructural a partir de la mediatización colectivizada. Esto se manifiesta en cierta medida en los elevados 61
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