Page 64 - ::El Colegio de Sonora :: Repositorio Documental ::
P. 64
42 de la subordinación de la mujer como una consecuencia . Dicha teoría no implica la jerarquización de los sexos, no naturaliza la dominación y considera que la posición de los roles de la mujer y el hombre surgieron al margen del descubrimiento de la agricultura y la ganadería en la época primitiva. La acumulación de bienes que pudieron disponerse como intercambio gracias a estas actividades productivas, permitieron la generación de poder y la instauración de la filiación patrilineal como hegemonía, puesto que fueron los hombres los 43 que se hacían cargo de ellas (Meler 2006, 31-37) . Irene Meler concluye en que gracias a la vida en matrimonio se construyó lo que se denominó como amor maternal; el cual alejó a la mujer del compromiso social y la ubicó en la privacidad del hogar, haciendo de ella un ser privado y del hombre un ser público. Así la definición social de la mujer se estableció 44 45 alrededor de su rol maternal, su tarea fue la de producir sujetos . (Meler, 2006:41-52). Por otro lado, la misma Meler reconoce perspectivas como la de Laura Balbo, quien pide no descartar la percepción que cada mujer tiene sobre el “ser mujer”. Si bien concuerda 42 De esta forma, propone abordar el tema de la subordinación de la mujer puede desde el planteamiento del origen de la familia (mismo que ha sido retomado desde varias perspectivas) y a su vez deshecha las teorías del orden social de los sexos, puesto que considera que esta perspectiva no deja lugar para problematizar el rol de la mujer ya que lo considera como algo “natural”. 43 La autora considera que tras este modo de producción, las mujeres vieron reducidos sus derechos así como restringida su sexualidad y de este modo inició la subordinación que conocemos hasta nuestros días caracterizada por la dependencia económica de las esposas, su reclusión al ámbito del hogar e incluso obligadas a una fidelidad poco correspondida. Desde nuestra perspectiva esta situación ha ido cambiando a grado tal que las mujeres compiten arduamente en el campo laboral, desempeñando trabajos que antaño no se consideraba que fueran para ellas. 44 La autora retoma a Maurice Godelier (1990) el cual externa que si bien en un principio la división sexual del trabajo cumplió con la función de permitir la sobrevivencia, al paso de los años como consecuencia generó diversas formas de opresión y explotación de mujeres y jóvenes por parte de hombres adultos, situación que según este autor no puede considerarse como algo ni natural y tampoco estructural. Tabién anota que Claude Levi-Strauss (1974) ya había definido al matrimonio como el principal mecanismo de reproducción de la subordinación femenina, el cual guarda como principio la división sexual del trabajo. Levi-Strauss afirma que la unión matrimonial, fue concebida como un dispositivo de organización social en el cual el contenido puede variar, pero que perpetúa la dependencia de los sexos; lo cual significa que los sexos deben realizar ciertas tareas y que tienen como prohibido aprender las tareas del sexo contrario. 64
   59   60   61   62   63   64   65   66   67   68   69