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sobre estas y otras cosas dentro de las juntas de AA, además de estar de lleno en la organización de la estructura. Ella actualmente ya no se siente un fraude, al contrario se concibe como una mujer que es, ante todo, una Alcohólica Anónima. Norma a sus 52 años Es una mujer menudita y sumamente amable y dinámica. Tiene 52 años de los cuales, asegura que 35 han transcurrido en feliz matrimonio. Tiene dos hijas que ahora son adultas y un niño de 13 años al que considera como un “pilón”. Hace 4 años su vida cambió radicalmente puesto que ella y su familia llegaron a Hermosillo provenientes de Ciudad Obregón debido al cambio de residencia por el trabajo de su esposo en la CFE. La mudanza, la soledad y el sentimiento de inutilidad fueron factores determinantes para que Norma comenzara a beber "mi esposo trabajaba todo el día, el niño iba a la escuela y yo para las 8:30 de la mañana o 9:00 ya me desocupaba, mi casa es de dos recámaras; para las 10:00 de la mañana ya tenía la comida hecha; o sea pues todo el día andaba como zombi dando vueltas y vueltas" platica. Pronto Norma se encontró pasando su tiempo en la tienda 61 de la esquina comprando “pachitas” , primero una para una semana, luego dos, después tres y al final una pachita diaria. Su familia empezó a notar sus cambios de ánimo y su poca voluntad para socializar con la gente, cosa curiosa en Norma quien es muy sociable normalmente; al sentirse cuestionada salía de pleito con todos y se las ingeniaba para beber sin que ellos se dieran cuenta, con muy poco éxito. Ella guardaba las botellas en múltiples lugares de su hogar, al grado de tener una botellita en cada espacio de su casa “si estaba en 61 Botellas pequeñas en donde se guarda licor; en las tiendas venden presentaciones de brandis o whiskeys en este tipo de botellas. 86