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sentía y estando en el trabajo lloré una vez, me solté llorando y dije Dios mío ayúdame, necesito ayuda (Claudia, 43 años). Sociales: Las mayores repercusiones se expresaron en la parte social. La pérdida de empleo o tener que vérselas económicamente para mantener a la familia han sido causas que motivaron la búsqueda de atención. Sin embargo, la razón fundamental para todas han sido sus hijos. Bajo la percepción de que las discrepancias implicadas en la construcción de los géneros diferencian las motivaciones y formas de consumo de alcohol entre hombres y mujeres, se vislumbra que ellas como depositarias de la responsabilidad primordial de cuidar a los hijos, experimenten una sensación de tristeza en relación a estar haciendo algún daño como consecuencia de su manera de beber. Abstinencias intermitentes, reclamos por parte de los hijos, problemas legales por la custodia y la sensación de poner en riesgo a sus pequeños, son algunas de las situaciones a las que se enfrentaron las mujeres durante su “actividad” y que las llevaron a tomar la decisión de aceptar a Alcohólicos Anónimos en sus vidas, incluso después de haber estado buscando ayuda por largo tiempo y en diferentes lugares. “Entonces llegó un momento en que ya ni con mis hijos podía dejar de beber, cuando salía traía en mi bolsa mis botellas, traía mis caguamas, aunque no llegara al punto, no es cierto que todas la veces me puse hasta queque. Pero recuerdo eso, sin carro, en el camión, de raite o guaguagua mis hijos vivieron eso conmigo” (Gaviota, 48 años). “Informante: Del DIF me mandaron un citatorio Entrevistador: ¿Usted qué pensó? 121