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números también reflejan lo que Díaz-Aguado y Martín (2011, 253) señalan en torno a una tendencia a favor de la mujer entorno a los indicadores de desempeño académico. Sin embargo, la relación entre el nivel de SOC y calificaciones, no fue observable tan radicalmente en el caso de los entrevistados, ya que todos los que participaron en las entrevistas reportaron relativamente buenas calificaciones. El más bajo de todos fue Leonardo (bajo SOC) con 7.8, pero la diferencia con los demás no es tan amplia, ya que le siguió Ana con 8.2 (bajo SOC) y después Marco con 8.5 (alto SOC). Cuando se les preguntó por su situación académica, se encontró que todos los de alto SOC además de tener buen promedio externaron que la escuela y las calificaciones eran importantes para ellos, rasgo que habla de la significatividad -uno de los componentes del constructo del SOC (Antonovsky 1987, 18)- pues aunque identifiquen situaciones adversas 85 en su experiencia académica , la ven como importante y digna la inversión de su esfuerzo, especialmente porque en la mayoría de los casos lo ligan con la posibilidad de asistir a la prepa. En el caso de los de bajo SOC, a pesar de tener buenas calificaciones, sólo Ana expresó que éstas le resultaban importantes porque quería entrar a la misma prepa de sus hermanos. Por su parte, Gabriela, aunque no externó que le fueran relevantes, dijo que quería seguir asistiendo a la escuela después de la secundaria. Sin embargo, su comentario ha de relativizarse pues su deseo de cursar la prepa puede estar relacionado más con sus problemas personales que con interés por los estudios, ya para ella la escuela representa un escape del ambiente hostil que la aqueja en casa. En cuanto a la experiencia escolar como desarrolladora del SOC, hay que considerar que la teoría otorga gran importancia al sentimiento de ser tratado en forma justa ya que influye 85 Que se mencionaron en el apartado 1.3 de este capítulo y se retoman más adelante. 171