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el apoyo que ya hemos comentado y la oposición sobre todo de las parejas, que no logran entender que las mujeres con su asistencia diaria y contribución con los demás benefician su sobriedad. 78 Entre las “pruebas de ácido ” y las pruebas de confianza Para poder dejar de beber, las informantes corren la suerte de estar siempre como a prueba, después de años de sobrellevar las situaciones inconvenientes al sabor del alcohol que las alejó incluso de ellas mismas, dentro de AA han adquirido el arma fundamental para enfrentar la adversidad: el sentido de pertenencia. En la dinámica de la vida de las informantes, a raíz de la asistencia diaria al grupo de AA comienzan a surgir ciertos cambios en ellas que modificaron el estado normal de las cosas. En un principio sortearon la negación por parte de miembros de su familia, generalmente de sus parejas, que les propinaban expresiones de desacuerdo, intolerancia, celos, todo emanado de la necesidad de las mujeres por ausentarse de sus hogares para asistir a las reuniones. Por este motivo es que creemos que acuden con mayor asistencia cuando los hijos son mayores y más capaces de desenvolverse solos. Recibían incluso juicios de abandono y desconfianza por parte de sus parejas así como muy poca solidaridad hacia su problema cuando se trataba de que las ayudaran a no consumir. Una acción que se considera vital dentro de AA para modificar las conductas de consumo y que era motivo de resistencia por parte de las parejas y a veces de ellas mismas, es el recorte de amistades; entendido como el alejamiento de aquellas personas con las cuales la 78 Los miembros de AA identifican como “pruebas de ácido” a las situaciones difíciles o problemas que se les presentan y que ponen a prueba su abstinencia. 138