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crees que lo hace?] Nomas por molestar o sepa la verdad no me importa porque me lo haga, o sea así, no me afecta. [¿En nada? ¿Ni te da coraje?] Hay veces que sí me arde y me da coraje pero no mejor me calmo, así: Lucía relájate [risas] […] Nomás me habla para pedirme [los trabajos], por conveniencia me habla nomás [¿Y qué haces tú?] Pues nada tampoco, para no buscarle pleito pues sí se lo agarro y se lo paso. Aparte a mí también en veces los chamacos me pasan cosas, de que se me olvida algo y así y pues para no verme tan feo. Por su parte, Gabriela cuenta de una de las ocasiones en que Jorge la agredió físicamente. En este y otros actos que comentó durante la entrevista es posible observar la característica que distingue a las personas con bajo SOC, no eligió la estrategia o recurso correcto para afrontar positivamente el problema que enfrentaba. El recurso que elije, golpear a su compañero como método de defensa, no es un recurso socialmente disponible para las mujeres (para los hombres sí lo es, como se pudo observar en el caso de Nicolás y en los comentarios del maestro acerca de que es normal que los hombres se golpeen). En este caso su forma masculina de conducirse es rechazada por la autoridad, resguardando así el orden de lo masculino, en el que la mujer permanece subordinada al varón a causa de las formas femeninas en las que puede conducirse en sociedad que implican orden, delicadeza, cortesía, sumisión, paz (como indica Lagarde (2005, 433-434) en el perfil de la madre-esposa). Aquí la maestra castiga su comportamiento y Gabriela termina siendo reportada junto con su agresor, su reporte lee “golpear a compañero que le faltaba al respeto”. Se observa la subordinación de las feminidades alternas (que no cumplen con el perfil de la madre-esposa) y de nuevo sucede que la víctima es invisibilizada. [Hablando del reporte que le pusieron] Según esto yo le quería pegar a un chamaco al Jorge. [¿Por qué?] Porque él me pegó y yo le quise pegar y la profe se metió en mi 192