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que los diversos perfiles sociales carezcan de la consigna de aceptar las preferencias y diferencias del otro y que no se fomenten habilidades que favorezcan la negociación positiva en casos de conflicto. El análisis de las investigaciones hasta aquí expuestas conduce a salir de las teorías en las que la violencia entre individuos se maneja como un comportamiento aislado para integrar las bases culturales y sociales que lo sostienen y lo legitiman. Hay que tomar en cuenta los factores externos pero hay que complejizarlos, no reducirlos a un sólo rubro, y reflexionar sobre la naturaleza humana, pero reducida a la conflictividad, no a la agresión. Para estudiar la violencia entre pares hay que analizar la estructura pero sin dejar de lado el valor de los recursos y experiencias que en la individualidad generan el poder de agencia de los jóvenes. Eso es lo que esta tesis busca, relacionar las condiciones del entorno con la posibilidad que se les presenta a los adolescentes de afrontarlo. 3.1 Violencia entre pares en el entorno escolar Las escuelas son agencias de socialización en las que los estudiantes aprenden sus asignaturas, pero en las que también se enseñan las pautas de comportamiento y los valores culturales propios de cada sociedad (Giddens 1991, 111). Los niveles y patrones de violencia inmersos en este tipo de instituciones sociales reflejan las condiciones políticas, actitudes sociales, tradiciones culturales, valores y sistemas legales que prevalecen en cada sociedad (Pinheiro 2006, 111). Al interior de las escuelas, los niños aprenden que la violencia es una forma aceptable y natural de comportamiento para conseguir lo que se quiere (Ibid.). Así mismo, la violencia escolar tiende a invisibilizarse ante los ojos de autoridades y alumnos pues es común que ciertas formas de violencia entre pares se consideren normales o propias de la etapa de crecimiento por la que atraviesan los jóvenes. 38