Page 27 - ::El Colegio de Sonora :: Repositorio Documental ::
P. 27
número reducido de ocupaciones, la existencia de ocupaciones predominantemente femeninas o masculinas, y la primacía de los hombres en las posiciones jerárquicas al interior de una ocupación” (2001:8). Lo anterior muestra que en la literatura no existe un acuerdo sobre una única definición de segregación y por ello es común encontrar textos donde el concepto englobe tanto a la segregación como a la concentración (Anker 1998) y otros que determinan la importancia de clarificar cada uno para evitar confusiones (Blackburn y Jarman 2005). Coincido con el planteamiento de Blackburn y Jarman (2005) respecto a la utilidad de distinguir entre segregación y concentración y mantenerlas como ideas distintas, aunque íntimamente relacionadas ya que en términos conceptuales es posible distinguirlas al definir la segregación como la tendencia de los hombres y mujeres para ser empleados en ocupaciones diferentes entre sí, a través de la estructura ocupacional, mientras que la concentración es la composición por sexo de la fuerza laboral, ya sea en una ocupación o en un conjunto de ocupaciones. A su vez, es fundamental distinguir estos conceptos en términos metodológicos ya que la segregación se mide en términos del porcentaje de hombres (mujeres) que deben cambiar de ocupación para equilibrar la estructura ocupacional, mientras que la concentración mide el porcentaje de hombres o mujeres en una determinada ocupación. Otro punto relevante del concepto de segregación ocupacional está relacionado con la distinción de sus dimensiones; existe la segregación vertical y la segregación horizontal. Esta diferenciación es ampliamente comentada en la literatura como las dos formas de segregación ocupacional por sexo (Anker 1998; Guzmán 2001; Bridges 2003; Rendón 2003b). La segregación horizontal refiere a la distribución de hombres y mujeres en las diferentes ocupaciones, por ejemplo, las mujeres que trabajan como empleadas domésticas 27