Page 56 - ::El Colegio de Sonora :: Repositorio Documental ::
P. 56
Brasil en su constitución urbana recibe a las urbanizaciones cerradas como enclaves fortificados, basados en el régimen de condominios. Éstos son que son edificios con varios departamentos con destino a grupos económicos de clase media y alta, con cierta estructura de vigilancia, rejas y control de acceso. Esto se repite en Buenos Aires y en menor escala en la ciudad de México. Se debe considerar que este tipo de construir vivienda se refiere a un régimen de propiedad y no tanto de diseño o tipo arquitectónico. Teresa Caldeira (2000, 258) define a este tipo de vivienda como enclaves fortificados en los cuales se confieren estatus: “la construcción del símbolo del estatus es un proceso que elabora diferencias sociales y crea significados para la aserción de desigualdades y distancias sociales. Los enclaves fortificados totalmente identificados en crear separación. Ellos están también demarcados por toda clase de barreras físicas y dispositivos distanciadores, y su presencia en el espacio de la ciudad presenta un claro estado de la diferencia social. Ellos ofrecen una nueva forma de establecer fronteras entre grupos sociales y establecer nuevas jerarquías entre ellos y por lo tanto de explícita diferencia de organización como la desigualdad”. En este sentido, las ciudades brasileñas, como lo señala Caldeira, nos lleva a reflexionar en la inserción que se tiene en la dinámica global de las ciudades latinoamericanas como las urbanizaciones en las distintas modalidades como el ejemplo señalado por ella de los condominios; son un claro hecho que se orienta a separar grupos, prácticas costumbres y tradiciones. El habitar y la formación de espacios sociales al interior de las urbanizaciones cerradas se manifiesta como un flujo de interacciones en los espacios que son compartidos o bien de acuerdo a las reglamentaciones que se imponen por parte de quien construye estos asentamientos. La distinción y diferenciación, se agregan en el caso de Brasil como elementos de identificación, son situaciones heterogéneas para los individuos que adquieren una vivienda de este tipo y donde la personalidad se fortalece en el sentido de crear estatus o prestigio social ante los demás, un sentimiento que produce actos particulares de los habitantes de los mismos departamentos. Teresa Caldeira (2000, 259) agrega “los valores de la privacidad, libertad individual, y la familia nuclear incrustados en viviendas separadas han sido soportados en la guerra sobre condominios y la promoción de propiedad de las casas entre las clases trabajadoras”. El espacio de la casa se vuelve importante en lo agregado por la autora, ya que remite a explicar como éste se vuelve un símbolo importante en la configuración de sentimientos de identidad entre los residentes que adquieren este tipo de vivienda. Es un símbolo que describe un proceso de habitar más concreto, que se abre según las posibilidades de cada quién de tener su propio lugar. La casa adquiere un valor fundamental en la creación de actitudes, relaciones y formas de apropiarse de una realidad concreta de quien selecciona este tipo de viviendas en ese país sudamericano Esta reflexión nos permite ubicar la conexión que se presenta entre habitus y habitar señalado en el capítulo anterior. 56
   51   52   53   54   55   56   57   58   59   60   61