Page 62 - ::El Colegio de Sonora :: Repositorio Documental ::

Entonces, la MH, concebida bajo las representaciones mentales de lo que significa ser un verdadero hombre, establece las pautas que dan forma a las interacciones socialmente aceptadas que lo presentan como dominante y que terminan discriminando y subordinando a la mujer y a otros varones que no siguen dicho modelo (De Keijzer 1997, 201). Para definir el perfil hegemónico, resulta acertado tomar la reflexión que Bonino (2002, 48-49) 52 construye , en la que resume las principales condiciones que lo conforman y donde es posible observar, a través de las dicotomías que presenta, las conductas aceptadas y rechazadas para los varones en virtud de la preservación del “orden legítimo”:  No tener nada de mujer: La primera implicación que tiene el ser varón es ser diferente a la mujer, es por ello que la masculinidad busca todo lo que se contrapone a los valores, atributos y formas asociadas a lo femenino. Dicotomía: macho/afeminado, heterosexual/homosexual.  Ser importante: El poder y la potencia son el deber tener, y la aspiración constante del varón es el éxito. La manera en que lo debe conseguir es a través de intervenciones basadas en la competencia que lo lleven a ser superior a la mujer y sus pares varones, a ser el proveedor, ser quien tiene la razón y conoce la verdad, y el que es admirado y reconocido por los demás. Dicotomía: potente/ impotente, exitoso/ fracasado, dominante/ dominado, admirado/ despreciado.  Ser hombre duro: Debe ser frío, tranquilo, impasible, confiado de sí mismo, resistente, autosuficiente y sin emociones. Capaz de ser el sostén de los demás y de lidiar y soportar cualquier adversidad. Dicotomía: fuerte/débil, duro/blando. 52 Bonino construye estas características tomando de Brannon y David los cuatro imperativos de ser hombre y agregando uno propio, para finalizar incluyendo la dicotomía entre lo bueno y lo malo, lo aceptado y lo rechazado, lo deseado y lo temido de Kuper (Bonino, 2002) 62